“Un generador de riqueza en varios frentes”. Así es INMCRE en palabras de Miguel Díaz, director general de esta empresa que navega en el inmenso y desconocido océano de la gestión patrimonial inmobiliaria.
Tras una licenciatura en empresariales y más de 20 años de experiencia en este sector, en 2018 el emprendedor se aventuraba en tal proyecto en busca de aportar “un barniz más personal” dentro de un mercado empapelado por cheques repletos de ceros. Y es que para Díaz, “la riqueza no solo tiene que mejorar tu cuenta de resultados, sino que también es tener la satisfacción personal de ayudar a los demás”.
El cometido de la gestión patrimonial inmobiliaria es administrar y generar rendimiento económico duradero en las dotes de propietarios e inversores, además de incrementar el valor de mercado de los inmuebles. Es decir, se trata de un servicio dirigido principalmente a un público que maneja cantidades superiores al millón de euros de valoración de mercado.
Y aquí entra INMCRE, cuyo objetivo no es solo encontrar las mejores soluciones para los poseedores de activos inmobiliarios sino que, sobre todo, su misión es “abrirle los ojos a los clientes” que todavía se encuentran en una dimensión anticuada de la gestión patrimonial. Una administración que acostumbra a tramitar de una manera errónea estas operaciones, sin escuchar las necesidades y los deseos de los propios consumidores. “Hay mucha gente que no sabe ni lo que tiene, que está muy mal gestionada, y creo que el servicio que damos se basa esencialmente en contarle lo que poseen”, apostilla Díaz.
«La riqueza no solo tiene que mejorar tu cuenta de resultados, sino que también es tener la satisfacción personal de ayudar a los demás»
Miguel Díaz (CEO, INMCRE)
“Principalmente, nos dedicamos a la gestión de activos inmobiliarios a un nivel más profesional. Es decir, nos centramos en los empresarios y sus empresas”. Aunque también, aclara el fundador, trabajamos con los inversores, pues cuando se cierran estos ejercicios, “realmente lo que se hace es generar un flujo económico bastante interesante” para ambas partes.
“INMCRE mima al cliente”. El secreto, confesó el directivo, está en realizar una labor personalizada y un patronaje creado “a la medida de cada usuario”, cualidades que le convierten en un salvavidas frente a los grandes tiburones que lideran la división inmobiliaria.
Tanto es así que Díaz cuenta que la gran ola de crisis que está significando la pandemia de Covid-19 no ha conseguido que su trabajo “toque suelo nunca”. Ahora bien, la clave para el capitán de este barco es “divisar las posiciones interesantes y apostar por ellas”, siempre cargado de “dinamismo, ganas y entusiasmo”.
Estas ideas revolucionarias tan solo son algunas de las pistas que revelan el futuro prometedor de INMCRE. Una empresa afincada en España y con una importante visión internacional, que ya ha conseguido abrir sus puertas a países como Portugal y México. “Tenemos varias cosas en marcha”, adelanta su CEO. Una invitación imposible de rechazar para seguir muy de cerca todos sus nuevos movimientos.